El
fujimorismo, a pesar de encabezar las encuestas electorales, tiene un fuerte
anti voto, expresado en el pasivo político del gobierno de Fujimori, en el
rechazo que genera la presencia de su candidata en algunas regiones, y en que
un candidato nuevo aparece disputándole el triunfo en una eventual segunda
vuelta presidencial.
Pero
estos no son los únicos factores para afirmar que Keiko Fujimori perdería por
segunda vez la elección presidencial.
SUS
MITOS SE DESMORONAN
Si
de algo ya no puede ufanarse el
fujimorismo es que ganaría en la primera vuelta, porque su voto duro está
estancado.
Si
hay algo de lo que es difícil deje de ufanarse es su intolerancia, sus rasgos
de autoritarismo, y el creer que fue omnipotente en su lucha contra el
terrorismo. Al punto de seguir creyendo que su principal activo es que Alberto
Fujimori lidero la captura del líder terrorista Abimael Guzmán.
Pero
la historia demuestra que con la estrategia antisubversiva de Fujimori y
Montesinos el país de los años 90 iba
hacía una polarización, que beneficiaría
la vigencia del terrorismo.
Hubo
una estrategia paralela y vilipendiada por Fujimori; compuesta por la
contrainteligencia, el seguimiento y la investigación criminal, lideradas por
Benedicto Jiménez, Ketin Vidal y Marco Miyashiro; la que dio resultados. Como
recuerda el historiador Nelson Manrique, cuando capturan a Abimael, la dupla
Fujimori-Montesinos desconocía de la operación. El primero estaba pescando en
Iquitos, y el segundo en un plácido coctel.
Hay
otros sectores afines al Fujimorismo
que ignoran adrede esta historia y sindican de seguidores del terrorismo a
quienes critican el gobierno de Alberto Fujimori.
INCAPAZ
DE CONTENER EL RECHAZO
Estos
argumentos del fujimorismo tienen un límite porque hay igualmente diversos segmentos socioeconómicos de la población,
desde la A hasta la D que rechazan lo que representa Fujimori: corrupción en
las altas esferas del estado, autoritarismo, liberalismo económico con violación
a las libertades ciudadanas, quiebre de
las instituciones del estado, censura a la prensa y a la oposición política.
Además,
el discurso de que el fujimorismo se habría ablandado con el retiro de su ala
dura (Martha Chávez, Cuculiza, Aguinaga; entre otros) resulta poco creíble. Más
aún si insiste en mantener como candidatos al Congreso a personas que no han
sido absueltas por la justicia,
Son
precisamente este desgaste de sus
argumentos, y el surgimiento de candidaturas que aparentan representar todo lo contrario al
fujimorismo (ya sea de Julio Guzmán ú de otro si éste termina tachado), los factores que
configurarían el escenario de la derrota de keiko Fujimori.